martes, 26 de noviembre de 2013

La isla de Nazino, o la isla de los caníbales

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional.

Así termina el himno de La Internacional, el himno de los proletarios, el himno de la revolución... Pero hay ciertas cosas que no creo que Karl Marx pensara a la hora de crear el comunismo. En ninguna de sus obras menciona lo que hay que hacer después de hacer la revolución, y se puede ver a lo largo de la Historia que han habido algunos dirigentes comunistas que han intentado instaurar y mantener el comunismo desde su punto de vista y de los planes que tenían en mente, a pesar de que Lenin dijo más o menos lo que había que hacer después de la revolución (por eso hoy en día se le llama al comunismo marxismo-leninismo); y ahora quiero hacer hincapié en algo que hizo Iósif Stalin en 1933 en la isla de Nazino, situada a unos 800 km al norte de Tomsk, en el distrito Alexandrovsky del óblast de Tomsk cerca de la confluencia entre los ríos Ob y Nazina; algo que los que moraban la isla tuvieron que llegar incluso al canibalismo...

Localización de la isla de Nazino

Genrikh Yagoda, jefe de la OGPU o policía secreta, y Matvei Berman, jefe de la GULAG, propusieron un autodenominado "plan grandioso" a Stalin con el fin de re-ubicar hasta a 2.000.000 de personas en Siberia y Kazajistán en "asentamientos especiales". Los deportados o colonos debían convertir cerca de un millón de hectáreas de terreno virgen en productivo, y convertirse en autosuficientes en dos años. Este plan estaba basado en la experiencia de la deportación de 2.000.000 de kulaks y otros trabajadores agrícolas a las mismas áreas los tres años anteriores. Los recursos disponibles para apoyar el plan fueron severamente limitados por la hambruna en la Unión Soviética de 1932–1933, provocada por la introducción de granjas colectivas y la deskulakización. El plan original tenía como objetivo a diversos tipos de kulaks, campesinos, "elementos urbanos", habitantes de las fronteras occidentales de la URSS y delincuentes comunes y utilizarlos para habitar estas regiones inhóspitas. Tan sólo en Moscú y Leningrado se atrapó a más de 50.000 personas sin hogar, delincuentes, gitanos, niños callejeros y mendigos, así como a campesinos que huían del hambre y ciudadanos sin pasaporte. Para comienzos de la primavera de 1933 el número de deportados previsto se había reducido a 1.000.000.

Al final del viaje, amontonaban a los prisioneros en barcazas con las que navegaban por el río hacia el norte. Pero en los campamentos de tránsito se produjo una superpoblación peligrosa, y en mayo de 1933, más de 6.000 detenidos terminaron en Nazino, un trozo de tierra inhóspito, sin vegetación, totalmente agreste y abandonado de toda civilización, donde no existía ningún cobijo, cabañas o campamentos. Lo que se suponía una breve parada terminó por convertirse en una estancia de un mes. 
Treinta deportados fallecieron antes de llegar a la isla, y un tercio de los que desembarcaron se encontraban tan consumidos que no se mantenían en pie. No había alimento ni cobijo en el islote.
En el primer día, 295 personas fueron enterradas. Tras cinco días de suplicio, y al ver que los enfermos y los ancianos comenzaban a sucumbir, a la isla llegaron provisiones, pero éstas consistieron en 20 toneladas de harina, nada más. La entrega de raciones se transformó en un caos, ya que los grupos más fuertes, entre ellos criminales y delincuentes, se hicieron con la mayoría del alimento y a cargo del reparto, entregando las porciones según sus conveniencias. Se formó una gran estampida de toda esa gente que moría de hambre y hubo personas que fueron pisoteadas hasta morir. 
Se volvió tan caótico que los guardias tuvieron que intervenir disparando a la gente. Los afortunados que lograron conseguir un poco de harina lo hicieron en sus sombreros, sacos y abrigos. El problema era que en esa enfangada y húmeda isla a duras penas habían logrado encender hogueras, así que en su desesperación corrieron a mezclarla con el agua del río. Las consecuencias no tardarían en llegar, ya que enseguida se propagó un brote general de disentería y fiebre tifoidea, lo que acabó de diezmar a los deportados. Otros decidieron comérsela directamente, muriendo algunos de ellos asfixiados.
Diez días después del abandono de los prisioneros en Nazino, se produjeron los primeros casos de asesinatos por canibalismo.



Estas dos imágenes son de personas llegando e instalándose en la isla


Así se tenían que transportar...

Por supuesto, había trabajos forzados...

...y, cómo no, la propaganda, algo que había en todos los rincones de la Unión Soviética

Se produjeron docenas de casos de canibalismo entre los presos, que trataban de sobrevivir devorando los cuerpos esparcidos por la isla. Muchos otros devorando carne humana no solo de personas fallecidas o asesinadas para tal fin, si no inmovilizando a las víctimas y devorando su carne, aun vivas. Estos hechos llegaron a ser tan habituales que se usaba la expresión de “ordeñar la vaca”. Pronto comenzaron a verse trozos de carne humana colgando de los árboles para su ingesta. Otros cientos de personas, incluyendo mujeres, niños y ancianos, murieron tiroteados por los guardias o ahogados al intentar huir de la isla en balsas improvisadas.


En esta imagen se puede ver a muchos de los que murieron en aquel lugar


Los pocos que consiguieron huir lo hicieron hacia las localidades más cercanas, preguntando cómo llegar a Moscú o Leningrado o dónde poder coger un tren para huir, pero los habitantes de estas ciudades remotas no sabían apenas lo que era un tren y mucho menos dónde se encontraba Moscú o Leningrado.


Estas fotos son de la isla hoy en día





Si os interesa, en el libro Cannibal Island hace uso de documentos y relatos de testigos que se mantuvieron en secreto por siete décadas. Nicolas Werth, historiador francés del gulag (campos de trabajos forzados), revela que cientos de personas, entre éstas mujeres, niños y ancianos, fueron muertas. Mas de 4000 personas fallecieron en este escenario dantesco, devorados, mutilados y asesinados, donde el mas fuerte era cazador y los débiles presas fáciles.

En la isla se descubrieron 31 fosas comunes, cada una de ellas contenía de 50 a 70 personas, transcurridos varios meses aun aparecían restos humanos en las orillas del río, en las cercanías de la propia isla como a distancias considerables, e incluso probablemente de otros lugares diferentes, pues existe la posibilidad de más casos como éste hayan ocurrido en la URSS, en islas pérdidas y recónditas, en ese período o posteriores, pero sobre ello, ni los propios rusos lo saben.

También pusieron un documental en La 2 sobre el tema, que de ahí me enteré de todo esto y así podéis obtener mucha más información.


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